ella sigue siendo la más grata
armonía,
pues es la canción que no abandona,
porque es mi silencio y cantadora,
es mujer de mis ensueños,
más dulce que un caramelo,
y su belleza es mayor a los luceros,
ella es celosa
mucho más que otras doncellas,
también ruidosa
al charlar con ella,
mas su dulzura
me atrapa a mil maneras,
pero no me engaña,
y jamás me haría daño,
por ello es mi musa,
la más hermosa señorita,
que me acepta los regalos
lanzándome una linda sonrisa.