A ti que tantísimo has estudiado.
A ti que de la ciencia haces bandera.
A ti que te crees libre de pecado
y tiras fuerte la piedra primera.
Quisiera decirte un tanto enfadado
que cual mago saques de tu chistera
la solución a un mundo decadente
que nos agobia de forma indecente.
A ti que tantísimas cosas sabes
enséñame a hacer un mundo mejor,
enséñanos a utilizar las llaves
que abra la puerta al mundo del amor,
y cual inquietas y gráciles aves
volemos raudos a un mundo mejor.
Invéntame un mundo nuevo, mi hermano,
donde el amor rebose en nuestra mano.