Ma.Julia

Tarde de lluvia

 

Dura, prodigiosa, implacable, la lluvia se desata en rugientes cascadas.

Llueve, todo se vuelve agua, río, plata, añoranzas...

La tarde gris se cierra como un capullo. Somos jóvenes, saltamos charcos

y reímos.

Mariposas de cristal nos mojan.

Pero nada importa, nos sentimos felices.

Tu recuerdo se acurruca dentro de mi.

La gente pasa a mi lado sin mirarme.

Nadie sabe que tengo un pájaro dormido en el corazón.

En la tarde sin colores, con brumas y cristales, bajo mi paraguas azul, pienso...

Mañana cuando de nuevo salga el sol, tu estarás en mi como antes, como siempre.

Te cobijo de la lluvia y te amparo del sol.

 

                                                                            Ma. Julia.