El resplandor de aquella mirada
en el lago de mis ojos se ahogaba,
y del agua surgían centellas de ternura
-estrellas errantes buscando una nueva mirada-
y letras de luz: PAZ, AMOR, NAVIDAD,VIDA…
que surcaban el Cielo, alumbrando la Tierra.
El lago de mis ojos se desbordaba,
inundando los surcos de mis mejillas.
Y descubrí una mirada fresca y lejana
que comparte conmigo, amor y vida,
que ilumina mis ojos esta mañana;
¡cómo me llena, esta nueva mirada!
23 de diciembre de 2011
Pau Fleta