El despampanante toque de la navidad
el sentimiento grato, que libre es al fin
toca su trompeta como un casto querubín,
época de compartir, “amor y felicidad”.
Superfluos arboles tienen una canción
empinados y glamorosos
que adornan los amorosos,
que se ven desde afuera, hasta adentro de la nación.
La época que se acerca es la de recibir,
la época que se aleja es la de envidiar,
la generosidad que siento es la de obsequiar,
la acción que olvido es la de obstruir.
Apagándose y encendiéndose las luces en esta cena,
hacen aurora en el rostro del sagaz contemplador,
camina en las tierras y aguas su aire conmovedor
compartir magia y cariño en hora buena.
En recibir existe bella alegría
en obsequiar más que felicidad
pues vosotros a quien más puedas amad
olvidad el rencor y la vil tiranía.
Los rostros que caminan sonrientes,
la época en que el mundo celebra
las personas que en grande se alegran,
son las que se dejan llevar por el torrente.
Esta noche que a favor se pone
olvidar las guerras y enojos
y estribar en el futuro los ojos
y no la maldad que se supone.
Estibas apagad por hoy su cañón,
llenad de color un blanco hospital,
atisbad de calor un frio tribunal,
que en esta noche la paz es la sazón.
Decanta tu mirada caminante
con mis amigos comparte nuestra mesa
esta noche que es amor y el odio cesa,
este tiempo que es felizmente delirante.
Perdonemos a quien nos ha ofendido,
contagiemos de paz y amor al mundo
sanemos de maldad y odio confuso,
rechacemos al que el lid no ha comprendido.
Celebrad en el mundo y en España
alzad el vino de alegría
dejad por hoy la fatal porfiria
olvidad esta noche la cruel patraña.
Hagamos de esta fiesta un dulce juego
con unidad choquemos nuestras copas,
y después del “klin” de las cadenas rotas
os deseo feliz navidad y prospero año nuevo.