Si a vuestra voluntad yo soy de cera
y por sol tengo solo vuestra vista..
Garcilaso de la Vega (soneto XVIII)
No quedan lunas donde no regreses,
no queda espacio libre de tus horas;
yo vengo a ser la casa donde moras,
la viva habitación do permaneces.
Querido he liberarme tantas veces
del triste y solo amor que no atesoras,
mas juego a imaginar que tú me adoras
y en un final revés me perteneces.
Qué poco es el consuelo de soñarte,
qué lejos de tu aurora estoy sembrado
bajo un palmo de cielo en donde estallas.
Yo acepto más mi sino que olvidarte
y si es que en mí persiste algún pecado,
será por no querer que te me vayas.
Marco Quezada