Me duelen los eneros en la espalda
de tanto pintar tu nombre.
Mi cabeza fría a cuadros o rayas
dibuja en letras tu verdad.
Tristes mentiras sin lucha ni causa
secretas fauces sin razón.
Y la alegría se desbordó por la nada
huyendo del continente.
El dolor de los eneros fríos callaba
pintando letras en el aire.
Los llantos de dos nubes y una jirafa
sí que fueron verdades.
Los secretos montaron a horcajadas
sobre un corcel de hielo.
Entre el frío de las sombras y la magia
me duele mucho este enero.