Freddy Duque

Ella se ha ido

Ella se ha ido.

 

Con su partida

nace la desilusión

de lo perdido.

 

Sí, se fue,

pero quedan los días vividos,

la dicha de haberla tenido,

la memoria teñida

de momentos inolvidables,

y la añoranza que nace

de los recuerdos.

 

Queda el consuelo

de haberla amado.

 

Se marchó,

pero no del todo.

 

Queda su voz

que todavía corre por ahí

diciendo que me extraña.

 

Quedan sus ojos,

aquí, donde los puso,

en cada espejo, en cada cuadro,

en cada pared, en cada amigo,

en el silencio de los míos

que nada quieren ver.

 

Se fue a la ciudad

para tirarme en el rincón

del pasado,

fusilando con sus adioses

cada una de mis alegrías.

 

Me dejó nostalgias

y un anillo donde escribió

la última noche,

dibujada en matices de plata.

 

Y ahora que la repaso,

me doy cuenta que la amo;

no en vano, por ella,

en esta tarde he llorado.