mirzoz

Para abihail mi amor prohibido.

Entiende vida mía, nacimos para esta juntos;
sin embargo, desesperaste en tu caminar,
otro a recibido ese tesoro que tanto anhele
no vida mía, no pienses mal, refiero a tu compañía eterna.

En este largo camino, volví a mirar tus ojos,
mire tu boca, despertó entonces el deseo que muerto creí;
esa sed de tu miel, esa hambre de tu cuerpo.
pero, amiga, solo así puedo llamarte ya.

Mis intensiones son maravillosas y puras,
comparables al nacimiento de aquel primer crio.
Que hacer entonces si a lo que quiero, lo que queremos,
se llama pecado.
Acción que atenta contra mis principios, nuestros principios.

Podría morir en esta incesante lluvia de ideas, 
pero jamás la historia cambiar podre.
Recuerdas amiga ¿como nos conocimos?
estabas tan alegre, tan bella, tan única.

Hoy, vives en las cenizas de tu gloria,
donde nunca debiste salir, donde la vida nos separo,
miro tus piernas, tus senos, tus caderas. Ya nada es igual.
Escucho tu voz cansada, olvido esa sonrisa que solías regalarme.

Pero descuida amiga, no fue de eso que ame,
fue el ímpetu para lucharle a la vida,
tu disposición a cambiar la historia,
la inteligencia para halagarme,
la magia para enamorarme.

Hiciste que anduviera cual mariposa de flor en flor,
si amiga en realidad jamás conocimos nuestros cuerpos desnudos,
pero ninguna fue la perfecta, aun al hacer el amor.

Aunque nunca esta carta entregare
por respeto a tu familia, juro
Que jamás a mi felicidad contigo volveré.

Tu amante eterno.