Mi vida es otra desde
que entraste en ella.
Me lees como nadie sabe hacerlo,
comprendes mis dolores, mis alegrías,
mis desdichas...
Es imposible no amarte,
pues haces cada día de mi vida
un día distinto,
haciéndome disfrutarlo como
si fuera el último.
Es imposible no amarte,
porque me haces reír
aunque no haya razón
para hacerlo, aunque
mi día haya sido el peor,
y aún, cuando hemos
estado al borde del abismo,
es imposible no amarte...