Que en el àrbol nuevo de estas navidades
te cuelgue un poema de amor y de dicha
que te cuelgue un beso,
un fraterno abrazo
y luces sonoras que suenen sonrisas.
Que Dios te bendiga,
que te limpie el alma,
que te ahuyente todos,
¡todos los fantasmas!.
Que te ampare amores
¡todos los amores!
y que tus estrellas,
luzcas bien radiantes.
Y que te enamores con esos amores
que animan la vida.
Siempre... Dios mediante.