Una noche apareciste en mi vida
lo recuerdo como si hubiera sido ayer
tu mirada tan profunda
tus labios rojos y frescos.
Tuve miedo de ti, de tu mirada
de tus labios y de tus ojos
no tuve miedo al amor, sino miedo de ti
de abrazarte y poder besarte.
Aquella noche entendí
que las palabras son inútiles
cuando se trata de expresar
los sentimientos que guarda el corazón
porque aquella noche pude hablar de tu belleza
pude tocar tu corazón
te hice sentir que te amo
sin decir palabras.