Nikassi

!!MOSCAS!!

!! MOSCAS !!

En la plaza de mi pueblo, 
¡ahí! debajo del monte Atlas, 
llegaron los turistas. 
Dólares en mano, 
paseando entre las tiendas 
preguntaron al tendero: 
“what’s the name of this?” .
El pobre quedó petrificado, 
por los billetes hipnotizado; 
se esforzó mucho para comprender. 
De lo que le decían no entendía nada;
ya su cabeza bajaba y levantaba.
Les manifestó de firme ,
que todo es para vender. 
Vestidos de hawaianos;
para él, unos marcianos, 
los hombres del tiempo
le acorralaron tanto,
que quitó su turbante 
y lo quiso ofrecer. 
Funcionó el teléfono árabe; ¡
el móvil! 
¡ el de boca en boca!
el más rápido que el rayo. 
Todos los mendigos del Socco
se enteraron de la noticia:
¡que hay mucho dinero 
listo para coger! 
 
Cercados por la nube de pobres; 
de chicos y de chicas;
los turistas acorralados,
hacia el autubús,
empiezan a correr. 
 
El pobre infeliz 
vio su venta perdida,
levantó la mano y con un golpe maestro,
sobre su cara enfadada,
mató a una mosca, 
que lo hacía enloquecer.
 
Empezó a gritar
a todos aquellos que le hacían rabiar, 
a sus vecinos del bazar
-¡Moscas!
¡Moscas! ¡
Sois todos moscas!