La existencia de la esfera demuestra que purga
una condena, al habitar en ella los seres humanos,
pues en lugar de compartir y llevarse como hermanos
viven como enemigos en su vida dramaturga.
Y por humano, el mismo humano ser hurga
para encontrar la paz universal, pero son vanos
tantos intentos por vivir como entes sanos,
pues una cosa es la paz y otra, los que dirigen la murga.
Cambian las notas de paz y la oferta rebuscada
de estar en un planeta en armonía totalmente
porque prefieren quitar que negociar amablemente
provocando la violencia sin una opción negociada.
Si todo humano llevase la paz de bandera enarbolada
y todos y cada uno expusiera que lo inteligente
es que la paz universal reinase en cada ser viviente
entonces la paz sería eterna y la guerra… la guerra fuese nada…
Alviz Neleb
Diciembre 26 de 2011
8:08 a.m. - Lunes