Si muriese bajo tu luz,
quizá en el último destello
que contemplaran mis ojos,
pudiera encontrar el amor
tan largamente anhelado
que la vida cruelmente
al haberlo una vez hallado,
no encuentro ahora motivo
por el cual me lo ha negado;
si muriese bajo tu luz,
quizá en el último destello
me traería paz al corazón,
al llevarme al reino blanco
del justo y apacible olvido,
donde todo lo buscado
permanece junto a mi postrado
del tal forma que bastase
tan solo estirar un brazo
para dulcemente acariciarlo;
si muriese bajo tu luz,
quizá en el último destello
no sé que encontraría,
solo espero que fuese
a quién mi corazón pedía.