Hay palabras que asoman en el pasado,
hay palabras que suponen un adiós,
hay palabras que susurran un te quiero,
y palabras que te acercan a Dios.
Hay palabras livianas como viento,
hay palabras que juzgan duramente,
palabras hay que frías como el hielo,
apuñalan el alma lentamente.
Mas palabras son un trozo de cielo,
que reaniman y curan las heridas,
llenas van de esperanza e ilusión,
son un eco de la inocencia perdida,
y hay palabras que conducen a Dios.