Tu imagen perfecta
de flores que rezan,
la aurora que viene,
y que te hace vivir.
A veces me inquieta,
tortura infinita,
que acalla a los vientos,
que surgen por dentro,
por no verte reír.
Tú espuma de ola,
de amor y de mares
que arranca pasiones,
y elevas mis cantos,
y surgen las letras
plasmando tu imagen
y queriendo tanto,
a la luz del candor.
Mi alma de fuego
te sigue alabando,
deseando que esto
que es tan sublime,
perdure y te siga
más allá del amor.