Sentir que camino y camino y siempre llego al mismo sitio
Que es una constante empezar y terminar de la misma manera
Siempre …siempre.
Como sumergirme hasta el fondo del abismo apretando los ojos
Y nunca llegar al final, y rodar y rodar.
Errar, sufrir, reconsiderar, olvidar y volver a empezar: Errando.
Y la conciencia atrapada en las laderas del tiempo,
De ese tiempo que se me ha llevado tantas cosas.
Se precipitan hasta los buenos propósitos
Que se dejan ganar por la constante de inmadurez emocional
O sentimental, ¡Qué sé yo!
Apresuré mis pasos siempre para llegar a ninguna parte
Y estoy, en medio de los años vividos
Sin saber cuál es el norte y cuál es el sur de mi destino.
Pero, miro mis manos y
siento que se quedaron suspendidas en caricias lejanas
y mis ojos, que a veces se humedecen por cualquier cosa
se están cansando de mirar y hasta de llorar
¿Será que vi mucho el sol sin parpadear?
Corazón, detén tu ritmo porque has perdido la noción
De lo que en verdad en otro tiempo tu pecho sintió.
Soledad te invocó y vienes tempranito.
Silencio, te pienso, y te haces presente
En mis horas de soledad.
Mi nada existente en los laberintos
De los deseos no satisfechos
Me atrapó en sus telarañas
Y ahí me quedó… en silencio y a solas.