Cómo odio esperar
y más si es por tus besos
siendo yo tan libre
con el sentimiento preso,
y tener que aguantar
lo que antes no guardaba,
caprichosa la niña,
por tus ojos tentada.
Como fiera al acecho,
tensa en la espesura,
o resignada paloma
evocando tu dulzura,
entregándote al cielo
y aliviando la carga,
o despierta en las noches
que se vuelven tan largas.
Pero como fiel guerrera
me calzo la armadura
aunque afuera estén haciendo
40 de temperatura,
y salgo a enfrentarme
a lo que traiga el amor,
más vale poner el pecho
que huir por temor.
Si me caigo, me levanto,
con espada o metralleta,
sonriendo bajo el yelmo
cuando la garganta aprieta,
porque eso es señal
de que aún yo sigo viva
intensamente dada
a lo que sea que designa
...cómo odio esperar
pero el amor tiene paciencia,
aunque a veces se fugue
y me asalte la conciencia,
pero ojalá puedas ver
que con apariencia ingenua,
aún tengo el poder
de ganar cualquier guerra.