Quisiera tener el don
de bocetear sobre la arena
las notas de mi ruidoso silencio,
pero aún haciendo aquello,
nadie podría percibir
ni mi voz, ni mi faz,
porque el vaivén de la marea
lo borraría siendo fugaz.
Es en vano tratar de ser una nota
para luego juntarla con otra y
pintar una melodía sobre las olas,
cuando no soy más que un ruidoso silencio
opacado por el eco del mar...