8 de Noviembre de 2005
En la intermitencia de una vela,
veo tu rostro, callado, abandonado, desposeído.
Y quería el preguntarte el por qué,
el estar así de manos vacías de alegría,
con tu llanto en tu alma, implosivo.
Dime algo
¿Hace cuanto que no te has lanzado
con los ojos cerrados o abiertos
a los abismos de la vida?
Dime
¿Hace cuánto que no te regalas
una sonrisa, una flor para tu alma,
una palabra de aliento ante lo funesto del día?
¿Hace cuánto que llevas un antifaz
u otros objetos que adornan tu cuerpo
que hacen siempre ocultar tu alma?
Y aunque el alma esta en los ojos a ratos
los ocultas con las manos vacía de esperanza.
Me estaba preguntando estas pequeñas cosas
cuando leía tus palabras, tus imágenes,
llenas de enigmas, misterio, ternura, seriedad.
En aquel café,
en donde siempre nos encontrábamos
para sabernos del día a día.
© reservado todos los derechos de autor. David valencia Tobón