Depositar entre el menudo follaje las palabras
Hacerlas crecer como jardín de estrellas, Hacer benevolencias de ellas Dejarla fluir cuesta arriba, Y someterlas al exilio de tus ojos.. Pudiendo ser mi retiro, Dejar las coordenadas entre el mar y el fuego… Entre la espesa ceguera de tu tiempo Entre la levedad de tu cábala, Registrar sobre tu esencia Aquel poder que perdiste… Y razonar que lo que murió Nunca pudo haber nacido, Según mi palabra siempre estuviste viva No fue suficiente el espacio Sin que el segundo muerto Declive mi memoria Sobre un mar de sueños, Eleve el espíritu al sonar
Y las alas al vuelo.