FERNANDO CARDONA

Mujer obrera

Mujer obrera

 

Temprano, muy temprano del lecho al piso saltas

Y tras un baño rápido y un café apresurado,

Corres hacia la esquina a esperar como tantas

El autobús que viene de gentes atestado.

 

Temprano, muy temprano llegarás a la planta,

Allí, donde laboras por mísero salario,

Y bajo la mirada de un capataz que achanta

Trabajarás un día con gesto acoquinado.

 

Volverás a tu casa, silente, haciendo cuentas,

Que se acabo el arroz, las papas, la panela,

Hay que pagar servicios, hay que pagar la renta,

Y hay que abonarle un poco al saldo  de la tienda.

 

Aun falta una semana para cobrar quincena,

Mejor no hagas las cuentas si no hay con que pagar.

Volverás a la tienda con un poco de pena

A pedir que te apunten  arroz, panela  y pan.

 

Otra vez al trabajo, otra vez la rutina,

Como todos los días el ritual es el mismo

Te levantas, al baño, el tinto y a la esquina

El bus, la planta, el jefe que mira con cinismo.

 

Mientras al desayuno, las migajas de papa

Masticas aburrida, que triste desayuno,

Piensas: esto no es justo, unos con tanta plata,

Y cada día más ricos con el trabajo de uno.

 

 Pero estos pensamientos no mejoran el día,

Mejor pensar en nada y seguir camellando.

Luego hay una noticia, la efímera alegría

De saber que te Pagan y te quedas pensando:

 

Si pago los servicios y pago la vivienda,

Y guardo los pasajes pa venir al trabajo,

Con que pago el cosmético, con que pago en la tienda,

Esto ya no me alcanza pa una mierda, carajo!!!

 

Y así sigue la vida de la mujer obrera

Levántese temprano y corra a trabajar,

Cada quincena cobra y se queda cabrera

Viendo que su miseria no logra superar