han-jael

la fuerte

No digan de mi, pobre!,

si me ven llorando de amor,

mas al contrario digan:

“miren, ahí va la fuerte,

la que, a pesar del dolor

se sobrepone al abandono de su querido”,

porque aunque yo sienta hastió

y se me oprima el corazón

aun puedo desearle lo mejor

a ese hombre

que sin tentarse el corazón,

sola y llorando me dejó