¿Bajarte una estrella?
¿Para qué?
¡sí te ha de quemar las manos!
La vista la perderías,
y...con ese tremendo peso
tus brazos ya no podrían
sostener ni la ilusión
de esa estrella querida.
Mejor te regalo una rosa,
que es liviana y con fragancia
y, no correr la distancia,
pués la cultive en el jardín
con mis manos ya cansadas,
para colocarla en las tuyas
con mucho amor decoradas.
Igual a las estrellas
amarillo es su color,
por lo tanto tienes estrellas
en tus manos con amor