Nocturno y primaveral ocaso,
noche tan hermosa y romántica en tus brazos,
el tiempo pasa entre besos y caricias,
palabras hermosas, miradas y sonrisas.
Bajo las luces de las farolas, entre rosas y jacintos,
noche amorosa y secreta con besos y silencios,
es tan hermoso comenzar contigo un nuevo día,
despertar y mirarte despeinada, disfrutar a tu lado la vida.
Regalarnos incontables besos, tocar tus labios,
sentir en mí tu mirada, estar juntos hasta en nuestros sueños,
acariciar tu rostro, abrazar tu cuerpo,
mirar el cielo con su color aceituna,
mirar en lo alto las noches de abril, la luna.
Mientras me abrazo a tu cintura,
suelto el listón que sujeta tu cabellera oscura,
te beso bajo la sombra de la noche negra,
con los aromas de las rosas de primavera.
Las estrellas ya se han acomodado,
adornan la noche y el tiempo por ti dominado,
el amor sobre la luna, con su luz se instaura,
con los colores desconocidos del aura.
Noche de sabores impares,
oscuridad en que son muy altas las olas de los mares,
atraídas por la luna como me atrae a ti el deseo,
el amor y las sombras que te llenan de misterio.
En compañía del lejano viento,
se levanta la noche en un mar de silencio,
mientras poco a poco se consumen las velas,
lentamente, con pequeñas gotas de cera.
Se filtra un pequeño rayo de luz por la ventana,
cae en el piso mientras tu voz a mi nombre llama,
beso tus labios y acaricio tu piel temprana,
corre sin prisa el río que pasa fuera de nuestra casa.
El cielo, como una puerta, para nosotros se abre,
es nuestro paraíso de amor, tuyo y mío, donde no entra nadie,
cae su luz ante tu divinidad, resbalando sobre los cristales,
con tu aroma de flores tan delicioso y penetrante.
Nuestra vida está destinada a ser feliz y plena,
nuestro amor se plasma en el cielo y en la arena,
eres lo más hermoso que tengo, toda mi esperanza,
con tus besos y caricias; con tu amor tienes mi alma enajenada.
“En la noche se esparcen nuestro amor y nuestros deseos, nuestros nombres resuenan más allá de los ecos, se vuelven cómplices de nuestros silencios, de nuestras noches de amor y de nuestros desvelos, de todos los besos que nos entregamos, al saborear con ternura nuestros labios, al entrelazarse en abrazos nuestros cuerpos, ante un idilio inmenso, infinito como las estrellas, amor insuperable e intenso.”