Escribo pues estoy muy solitario
sentado en un sillón de mi jardín,
las abejas del mismo hacen festín
mis nietos van hojeando un silabario.
La pluma pesa mucho por mi mano
pues la tarde es período estival,
los pájaros, las hojas, el sitial
perfectas sinfonías del verano.
Los ojos que ya cierran su balcón
me llevan hasta el mundo de negrura,
y escucho por lo lejos tu canción
afinando en su bella partitura,
pues cesa de latirme el corazón
y me ampara el sentir de la cultura