Que arquitecto diseñó tu cuerpo,
tu arcilla,
tu piel,
esta que modelo con mis manos,
pecho a pecho,
piel a piel.
Qué músico le puso timbre a tu voz,
a aquella que me nombra,
que me llama.
Ese corazón que late,
en medio de tus pechos
dice amar,
amar como la dulce miel.
Que electricista puso,
la luz a tus ojos,
para alumbrar más,
el camino que me lleva a ti.