Ahora lo sé,
soy solo un adjetivo del tiempo.
Solo esta quietud inagotable
esta soledad indescifrable,
huésped de frágiles vestigios
de algún inútil reloj,
cuyo tiempo se ha extinguido
y los pasos que los hombres
habrán dado en su tiempo,
se pierden en el tiempo de mis pasos,
porque eso es el hombre
y un vano juego de azar
rige sus lentos pasos.
¿Cuál es mi nombre?
Mi nombre es solo una palabra,
Y nadie sabe decirla.
¿Cuál es mi sombra?
Mi sombra es solo una sombra
Y la luz no puede alcanzarla.
Solo seré
esta simple nota
perdida en la gran partitura del tiempo.