JRS

Meretriz

Letras desdentadas que se agolpan,

llora tinta el diccionario,

cuentan la penosa historia

de una puta virgen y sus llantos.

 

Olvidada y tachada de golfa,

que ni en la calle ni en el peor antro,

podría vender su cuerpo por horas

alquilando a un tipo sus encantos.

 

Caen las burlas una tras otra,

apestan a perfume barato,

odia y envidia a aquellas zorras

que entregan su cuerpo a cada rato.

 

Así pasa los días, las horas,

enamorada del tiempo ingrato,

esperando a la muerte sola

y sin recuerdos de sexo amargo.