Letras desdentadas que se agolpan,
llora tinta el diccionario,
cuentan la penosa historia
de una puta virgen y sus llantos.
Olvidada y tachada de golfa,
que ni en la calle ni en el peor antro,
podría vender su cuerpo por horas
alquilando a un tipo sus encantos.
Caen las burlas una tras otra,
apestan a perfume barato,
odia y envidia a aquellas zorras
que entregan su cuerpo a cada rato.
Así pasa los días, las horas,
enamorada del tiempo ingrato,
esperando a la muerte sola
y sin recuerdos de sexo amargo.