"Si mi alma de recordarte no se cansa/ y el deseo de ti no lo he perdido,/ no hay excusas para la venganza/ ni espacio para el olvido".
Serena y muy reflexiva avanzo, medito
y me voy solitaria por estos caminos,
el total de todas mis historias es infinito,
como infinitos son tantos destinos.
Y es allí que te encuentro, nos encontramos
por casualidad o por razones muy valederas,
nos volvimos trasgresores y te amé, nos amamos
con un amor sin entregas, con fronteras.
Fronteras difíciles de cruzar, me amaste, te amé,
Cambiaste el curso de mis días, el de mis noches,
secreto amor escondido me entregaste, te entregué
y de besos vestidos de fantasías hubo derroches.
Y me hice verso, poesía para poder estar contigo,
avancé en silencio y estreché nuestros lazos,
me perdí en tus caricias, te perdiste conmigo
y el sol de nuestro amor ya no tuvo más ocasos.
No entiendo por qué en mis ojos tengo encerrado
una mezcla de nostalgia, un inesperado llanto,
es alegría confundida porque te veo a mi lado
y porque es un instante que he esperado tanto...
Y te convierto en llama perenne, que alumbra
este grito en la oscuridad que te he de querer,
hallando una luz que me saque de mi penumbra,
elevándome por encima de todo, sin miedo de caer.
Desapareció por instantes el resto del mundo
en la inmensidad de un amor que no se olvida,
que trasciende y se hace inmortal a cada segundo
para convertirse en leyenda en nuestra vida.
El arco iris de la fantasía, mi exilio de enamorada,
tu amor quedará para siempre en mi ser...
ahogaré los recuerdos y las nostalgias, el pasado
y quizás dispare una noche una lágrima sin querer.
Lágrima que un ángel llevará hasta tu ventana
Ironía muy absurda de este destino, que te obliga
a aceptar lo inaceptable, vida que es tirana,
realidad de ausencias que hoy me castiga.
Más allá del infinito, contigo mi vida encontrando,
con besos que nunca te di, un día de estos confío
en que este sublime amor, nos estará llenando
y el verso se desbordará rimando tu nombre y el mío.