El aire está cargado del respiro de la tierra,
y yo en su frescura, menguo por un beso.
Quisiera ser el viento, tenue, directo,
y depositar el rocío nocturno en las flores,
ocultas entre tu sangre etérea.
Son sueños de pétalo rojo...
Canina se me va la mente,
canina se me va el alma
a reposar en tus imagenes,
a mendigar tu mano...
Quiero ser el viento...
Ahora...
Ahora tocar tu mejilla,
robar su calor rúbrico...
envolverte, para siempre...