Me he prohibido volver a pensar en ti
Llamarte con el pensamiento
Y rogar que estés aquí.
Prohibido le tengo a mi corazón
Sangrar por tu recuerdo,
Prohibido le tengo a mi cuerpo
Esperar impaciente tu llegada,
Prohibido sucumbir
A tus ardientes palabras
Al fuego de tus manos.
A tu engañosa mirada
Prohibido tienen mis oídos
Escuchar tus mil excusas…
Prohibido, prohibido, prohibido
Prohibido a mi inconsciente soñarte
Prohibido a mis labios llamarte
Prohibido está en mi cama extrañarte
Y mi corazón prohíbe… dejar de amarte.
Solo un sobresalto me aqueja
¿Qué reacción tendrá mí
Cuerpo ante la cercanía de tu ser?
¿Resistirá ésta prohibición?
¿Rechazará el calor de tus labios,
Susurrando ardientes palabras
de amor y pasión?
¿Se doblegará mi cuerpo
al menor roce de tus manos,
o firmemente te dirá que te detengas,
qué predominará, mi amor, la pasión?
Mi razón dirá que no
Pero mi cuerpo, ¡hay mi cuerpo!
Se entregará nuevamente
a ti por completo.