Soy el vaso donde quiso depositarse de todo una gota...
Se bien al fin en la espesura de tu aliento
sembraría estos besos,
se a tristeza cuando irrumpe el tiempo
y me aparta de tu lado,
se a luz mientras dure atento
mientras me ocupe de tu cielo.
Se al día cuando se me ha devuelto
la noches a dios luego de descubrir un pliego.
Se a piedra,
se a nada la mayoría de las veces;
y a pesar de saber tantas veces
a silencio en tu boca
se al agua
que sé ahogara la sed de tu padecimiento.
Quién más sino yo armará
los puentes para que la ilusión ceda el paso
y al amor cruce.
Quién más sembrará la fuerte vegonia
para arrancarla luego de tus sábanas
y quitará la llegada de tus labios
para oirlos decir que de verdad me amas.
Quién soplará el sol en tus ojos
cuando los ventanales del amanecer
empiecen a quemar tu luna de papel blanco.
Quién más abolirá el perdón
donde nunca has de faltar.
Amor, ¿quién?, ¿quién más?