flabio marti

Tiempo de amar

Entrega postergada, locura encadenada,

por que negar lo posible?

dejemos de soñar nuestra realidad

dejemos de mirarnos uno al otro,

para mirar juntos el mismo horizonte

podríamos entender, lo que el amor es,

si dejamos de llenar huecos con otros huecos

sólo para ir dejando,

nuevos espacios que llenar

 

veo tus ojos cerrarse al besarme

que me dicen tantas cosas,

mientras caen las mentiras que nos niegan,

que ofenden este amor infinito

 

sabes;  desde el día que te vi por ves primera,

que me encontré mirando

esos misteriosos labios

 

que pensé poder morderlos

suavemente y con ternura,

encontré que quizás estemos destinados

al amor....

 

dejare que me recorras lentamente 

o como quieras, dejare que seas siempre tu

si encontrara algo de ti que no me gustara,

no lo cambiaria, dejarias de ser tu

 

por que solo te quiero a ti,

como eres y lo que soy por tu

 

dime lo que se siente, lo que siento dime

tengo la necesidad de que te enteres

lo mucho que idealizo...

la noche en que estemos juntos

 

que ya es tiempo que lo hagamos

que ya es tiempo de amar

 

pasare en mi unicornio por ti

cabalgaremos juntos tras el arcoíris,

que se impondrá hermoso tras ese horizonte,

bajo las estrellas, cuando nos amemos 

a mitad de la noche

 

enredare los dedos de mi mano,

en la seda fresca de tu larga cabellera,

admirare dos minutos tu vestido negro

que ligero luce ceñido tu cuerpo

 

solo para después verlo caer

y descubrirte toda tu,

y yo a tu lado,

caerá como mis miedos de tenerte,

y lo haremos solo hasta que amanezca

 

y será una entrega sincera

con muchos amaneceres,

una entrega total de amor

sin límites ni medidas

 

cada noche como esta noche

enmudeciéndose conforme va amaneciendo el día...

amor del que el sol no se enterara

 

“Quisiera ser, la golondrina que al amanecer

a tu ventana llega para ver, a través del cristal.

Y despertarte muy dulcemente si aún estás dormida

a la alborada de una nueva vida llena de amor”

 

Ganado tengo el pan: hágase el verso

 

Boca que vienes de lejos

a iluminarme de rayos

alba que das a mis noches

un resplandor rojo y blanco…

tengo… una dolencia de melancolía

por la ausencia del aire de tu viento…

Miguel Hernández

 

 

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