MEMORIA DE DOS ARTISTAS
Autor: Eduardo Carreño L.
Eran aquellos tiempos, en que los jóvenes miraban atentos
al cielo con hidalguía y echaban a volar la imaginación,
los sueños se hacían fogatas que como inciensos árabes,
elevaban las plegarias al Altísimo, plenilunio de atardeceres,
que tiempos aquellos…
Hasta que hordas de balas quisieron arrancar sus tímpanos,
y se consumían certeramente al fragor del dolor y la muerte,
de improviso recordaban todos esos momentos serenos,
cuando el viento soplaba y con su brisa calmaba las tensiones,
propias de la juventud…
Y deseaba el poeta, escribir dulcemente sobre la hierba mojada,
con pedazos de palitos secos esparcidos, encontrados en el campo,
cuantas ganas de colocar el fusil allí, pidiendo un atisbo de paz,
el poeta solo pedía silencio en el frente de guerra, solo quería sentir…
Y deseaba el pintor, dibujar en las nubes todos los paisajes,
pero la muerte les robaba los latidos a los jóvenes en la batalla,
que sin saber daban la vida en pos de la paz, una paz que no llegaría,
pues el cielo seguiría rojo ante tanta desesperanza…
Eran aquellos tiempos en que el poeta y el pintor en armonía,
solo querían disfrutar de sus sueños y llevarlos a la realidad,
pero la guerra les arrebataba sus emociones.
Hoy mientras se toman un café al pie de la chimenea recuerdan,
cuando tuvieron que hacer un alto a toda esa paz interna,
que aún ahora intentan volver a recuperar…