… arre, arre, caballo viejo, tira, tira;
todavía eres caballo, y, aunque no lo sepas,
aún te queda por coronar la cima, acercarte al cielo y crear e incendiar la noche;
no, no te pares, y, aunque sea con esfuerzo, piafa,
tasca el freno y sube y trota para arriba;
anda, muévete;
… los hombres saben que cuando un caballo viejo fulge y vuela,
el mundo ha de romper sus formas y costuras porque ha de bullir implacable y vivo,
por lo que con inusitado anhelo, a esperarse empieza el implacable fuego
de una gran resurrección;
… viejo y querido cuerpo amigo, hemos cruzado caminos, veredas y mares imposibles;
hemos oído el gemir de una rosa y, en la oscuridad más íntima, ah, bien lo sabes,
nuestra desgracia ha sido honda y cruda por el tosco barrancal de la tristeza;
… acerca, pues, tu hachón de huesos y una vez más acordemos cómo resembrar la sombra
con estas pocas e insignificantes piedras blancas;
acércamelo, amigo, hazme este último favor,
acércate y vámonos.
… del libro “Todo es camino”
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