Toma niño,
te regalo un sueño,
uno por el cual luchar,
uno que ayer te robaron
cuando entre la basura
te hicieron trabajar.
Cuídalo, acúnalo adentro
en el hueco del hambre
y en el de tu mirar
que se vació rancio aquella tarde
cuando te pegaron,
y tuviste que callar.
Dale calor y cobijo
como nunca te dieron,
como siempre anhelaste
antes de haberte hecho hombre
con tan pocos años
en la escuela de calle.
Tómalo y hazlo bandera,
que sea la estrella
brillando en tu frente,
tómalo y que nunca nadie
te tilde de menos
por crecer diferente.
Átalo a tus costillas
que Dios quiera algún día
ya no se verán,
átalo y que él se transforme
en la luz que te lleve
hacia la libertad.