Estuvo la otra noche tu rostro en la luna
estuviste allí observando tu reflejo en mis ojos,
narcisista creador de perfecta hermosura
¿cómo haces para ser inalcansable y poderoso?
Viste mis pupilas contemplando tu figura
mi mirada se bañó de escarlata y de plomo,
me miraste tan sereno presumiendo mi tortura
por volar, por tocarte, por conscentir tus antojos.
E iluminas mi cuarto y mi cama en las penumbras
y me abrazan tus rayos y me besan el rostro,
me llenan tus caricias tus platas, tu blancura
te escabulles por la puerta si sientes que te toco.
Rozas mis piernas, bañas mis pechos, mi costura
subes mi falda con tus labios, gimes en mi hombro,
me haces el amor, me haces llorar con tu dulzura
mi santo pecado, mi santo pecado me amas un poco.
Haz que se mezclen el cielo y la tierra en la llanura
yo tan eterna fuego ardiente en llamas petróleo,
tu tan intacto, frio y distante hielo, cordura
tu mi luna yo tu esclava ordename todo.
Explota mi cuerpo como volcan con tu hermosura
sé mi perfecto amante perfecto, mi luna, mi toro,
baja a poseerme deja tu puesto en las alturas
que yo me entrego a tu poder, a tus antojos.
Pero tu te alejas, cielo infinito a tu postura
mencionas mi nombre, rozas mis labios, subes a tu trono,
despierto sudando, mis ojos llorando, mi cuarto a oscuras
me asomo a tientas, te llamo oigo tu voz y me asombro;
has visto que hermosa y perfecta se ve esta noche la luna?