Que la palabra escrita o hablada
sea la sentida, la reída, la llorada
Que nuestra congoja se presente
sin mascaras ni muecas
Que nuestra alegría
se presente desnuda virginal
Que nuestra sabiduría o ignorancia
sea astuta veraz, convincente
Que nuestra pluma escriba por miles
que no pueden, que no saben
y podamos mostrar al mundo
la verdad
Aún cuando la sangre
reemplace la tinta
los huesos la pluma
la piel el papel
Aún cuando el mundo siga cayendo
que la palabra escrita nunca cese de nacer
nunca cese de morir
nunca cese de llorar
nunca de reír
nunca de amar
nunca de sentir
nunca de estar
nunca...
Rene Edison.