(el video es para escuchar con el primer poema, el audio de la múscia goear es para escuchar con el segundo poema)
Usted me mata
¿No crees haya un volcán dormido en mi alma?
¿O necesitás una prueba de amor aún mas clara?
Busco dentro mío y encuentro algo que desata
esta pasión mía combinada y resulta mezclada
en una música, armonía del cielo que me baila
con ese ritmo; hay, de ese ritmo que es batalla
dulce, seductora, infantil, irresistible y cercana,
unos pasos que me dicen no pares, nunca basta;
teniendo tu cintura como única dueña mis ganas,
te sigo, me sigues y sus notas envuelven de nada
suspirando el aire meloso que tus curvan delatan;
y mas nos movemos y el tiempo que se desarma
consumiendo cada segundo improvisando fama
mientras afilo mis dedos en compañía de tu falda;
cerca, mas cerca, inseparables deseos te reclaman,
el momento del climax toca tu tierra virgen santa.
Delicia, caricia; usted mujer, así usted me mata.
***
Amor invernal
Otro tiempo eran aquellos donde el invierno
se reía del calor haciendo de copos la nieve;
nosotros, para no desentonar con el cuerpo,
hacíamos el amor hasta congelar diciembre.
La temperatura caía y subía en destiempos,
mientras mas frío hacía, el amor era ferviente;
los polos trasladaron sus capitales por miedo
que bajo cero sea sinónimo de agua ardiente.
Hacer de Yeti despertaba dulce condimento,
hombre de las nieves era apodo de ser fuerte,
pero si vieran a esta dama con abrasivo hielo
amarían la tierra fría que puebla su vientre.
Calor del reino de la Escandinavia, selecto,
fuego helado que nutre dos almas ecuestres,
viven por ti trote este amor invernal dilecto
reverenciando pasión su lazo para siempre.
Vito Angeli