¡Si me miraras!
con ojos
(de deseo)
y recorrieras mis montañas
y senderos…
y me rozaras
con manos
(de fuego)
incendiando los prados
(y recodos)
de mi cuerpo…
¡Si me sintieras!
en la brisa
(y en el viento)
cuando en la madrugada
acaricio tus anhelos
y dibujo fantasías
en tu espalda,
y en tu pecho…
Si tú me miraras…
¡si tú quisieras!
la pasión de mi alma
dejaría en tu lecho.