Enséñame mi vida a no ser nada sin ti,
muestrame tu lado mio, ese del sufrir.
Dices por no tenerme, por tanto sentir,
no vives vida, más bien un lento morir.
Puedo aprender que no hay si no estás,
que no me enreden en vidas en las que no has,
mi alma y mi corazón conocen que es cierto
y por ello debo salir de este voraz desierto.
Y así, declame al mundo mi amor sin mesura,
deje de sufrir esta horrible tortura,
que tu amor convierta en nobleza,
y con luz propia me devuelva la cordura.
Volemos juntos sobre mil mares,
el viento limpie nuestras marcas,
de esa vida perdida en burdos lares
que por fin dejamos, al unir nuestras barcas.