Llora al poeta muerto su musa,
en frente de su casa,
sin excusas,
blusa empapada de lagrimas,
que el viento seca,
llanto de pena de mil sirenas,
que la tormenta azota,
brota un silencio que angustiado,
busca culpables entre sollozos castigados.
Mojados parpados,testigos del cruel presente,
quieren ser cerrados para siempre,
despertar y no ver un ambiente como este,
ambiente lúgubre que cubre de fúnebre la corteza terrestre.