De la Mancha donde sale,
un quijote rezogando,
viene un custodio gordo
por el camino rodando.
Un jamelgo y un jumento
se arrastran por el sendero
que los llevan a caminar
ambos seres en detrimento.
Grandes aspas, son gigantes
sacadas de los recuerdos
y entre lazos y sables,
dormidos están por los suelos.
Su lucha fué siempre clara
sin daño por el contrario,
solo sus grandes batallas,
guardadas en el ideario.