martel zapata

memorias

Tengo el recuerdo del árbol

por cierto, un mante,

el mejor recuerdo de la infancia

que me arrastra hacia arriba,

con un miedo luminoso, el vértigo

tanto a la vida como a la muerte,

Y el libro, de esos condensados

hasta eso, corto y sustancioso

como un pájaro acariciado,

lo abrazo y lo devoro, el libro…

Mi infancia y el perfume del mante,

maduro, frutilla espesa,

me llena la boca de flores

amarillas,

Aprendo a vivir de las memorias,

Acaso envejezco sin ese árbol, sin ese libro…