Me gusta que las cosas te encanten,
más me atraes cuando tú dulcemente
me las dices, de cerca… y de frente…
con la música alegre. Y así, que canten
y bailen las cosas, que rían y salten
los mejores versos en tu mente,
con el encanto de tu piel de lirio, que siente,
y de las caricias sin que ellas me falten
surge la mirada que provoca
una sonrisa de luz que subyuga,
que es amorosa y que me toca
tu amor eterno dado sin fuga,
son como los besos de tu boca
que en el capullo guarda a la mariposa.