Llevo por nombre poeta, por apellido poesía,
soy por linaje valiente, no tolero la injusticia.
La palabra es mi herramienta, cotidiana compañía;
en mi pluma el sentimiento, brota libre de codicia.
Voy entre versos dejando, el sentir del alma mía,
sembrando con cada letra, los jardines de mi vida,
con tinta anego la siembra, que germina en alegría,
en su follaje diverso, la ilusión siempre se anida.
Si acaso una mala hierba, el terrero contamina,
afanoso el pensamiento, a trabajar se aproxima.
No sea que aquel poema llegue tornarse en espina,
manchando en dolor sus versos, degradando su rima.
Abonado en la esperanza mi jardín ha florecido,
el verbo en su tierra danza, incesante noche y día.
Capullos de tiernas flores con pigmento colorido,
de alegrías tornasoles, pintan su amor en poesía.