Ginny

Angel Lejano

Hoy arden tus palabras como fuego olímpico en el éter

y tus rostros desde lejos alumbran mis segundos:

la ternura delicada de la sonrisa al descuido

la picardía figurada en la dulzura de tus ojos

la mirada profunda y de acero fundido en el deshielo

la sonrisa delicada de las flores que pernoctan

el gesto atrevido y sutil del deseo sacudido de tu boca

el cuello cadencioso como cisne erguido en desafío

las líneas dulces de tus cejas dibujadas con inciensos;

eres tus palabras, tus rostros, tu voz y tus risas

pero serás ya muy pronto la brisa que me sostenga

el rostro que me mire a los ojos, la sonrisa que palpe

los labios de canela que tienten a mi cordura

el susurro al oído de mi nombre vuelto música en tu lengua

serás la fragancia delicada que me envuelva sin misterios

porque serás en muy poco tiempo no más mi ángel lejano