El corazón se imagina los colores
de tu alma fuente de manantiales
que recorren todos mis secretos
como rosas tus besos, tus temores
se esfuman en tonos de cristales
cuando de tus ojos soy el dueño
pidiendo a tu piel que te enamores
de los momentos celestiales
que navegamos como en sueños
en las alas de los dioses
del vino de mil sabores
que bebemos cada noche con empeño.
Tú eres la luz que me ilumina,
el calor que da vida a la vida,
la voz que viene desde lejos,
es tu rostro, mujer divina
mi poema que tanto quiero,
eres la estrella más querida
de este esclavo de tus manos
de tus pasos, tu hablar sincero
que sanas cualquier herida
al tocarme, al mirarme,
al susurrar mi nombre lentamente
y llevarme a las nubes de pétalos
al mismo cielo...